Los anuncios de coches nos presentan la carretera como un lugar para disfrutar y la experiencia de conducir como una fórmula para liberar tensiones y olvidarse de las preocupaciones. Sin embargo, la realidad es que la carretera también puede ser un lugar de lo más estresante y de hecho muchas personas se transforman al volante.
Goodyear y London School of Economics and Policital Science han identificado las diferentes personalidades que cada día se dan cita en el asfalto. Justicieros, filósitos, profesores… Y así hasta un total de siete personalidades distintas que pueden incluso convivir dentro de un mismo conductor. Para dar con ella llevaron a cabo diferentes ensayos con grupos de trabajo a los que sometieron a distintas situaciones y preguntaron después por sus sentimientos.
Estas son las siete personalidades de los conductores europeos y los patrones de conducta de cada uno de ellos.
El profesor
Necesita asegurarse de que el resto de conductores sepa que ha actuado mal y además espera un reconocimiento por el esfuerzo educativo de ilustrar a quien cometa cualquier infracción.
El Sábelotodo
Piensa que el resto de conductores son incompetentes en el mejor de los casos y unos necios en la mayoría de ocasiones. Se contentará con gritar de forma condescendiente al resto de coches y vehículos mientras se afana en protegerse de ellos.
Las cinco cosas que más nos enfurecen en carretera
El Competidor
Tiene la competición en las venas y necesita ganar a toda costa. Su objetivo es ser el primero en la meta que se haya propuesto y reaccionará agresivamente cuando algo o alguien se interponga en su camino. Las reacciones del competidor pueden ser imprevisibles si se le fuerza. Será capaz de acelerar cuando siente que alguien intenta adelantarse e incluso que le cierre el paso si con eso evita perder la delantera,
El Castigador
Buscará castigar al resto de conductores por cualquier comportamiento que considere poco apropiado, tenga o no razón. Hay que tener cuidado con él porque tiende a ser agresivo y no dudará en bajarse del coche para recriminar al otro conductor si cree que no se le está dando la razón o si la afrenta así lo merece.
El Filósofo
Acepta de buen grado los fallos y faltas del resto de conductores e intentará explicarlas de un modo racional. Es más tranquilo que el anterior y tiende a controlar sus emociones al volante.
El Evasivo
Tratará al resto de conductores como objetos más que cono personas. Para él son una amenaza que debe evitar a toda costa. Si ve peligro, hará lo posible por apartarse, igual que si ve a otro conductor saltándose la normativa.
El Escapista
El conductor fugitivo tratará de no dejarse llevar por sus emociones y para ello buscará centrar su atención en otros aspectos que no sean el comportamiento de otros conductores. Escuchar música o hablar por el manos libres son las formas más habituales de lograrlo.,
Según los autores del estudio, estos comportamientos que muchas veces surgen de forma automática son la respuesta a la frustración que muchas veces sentimos en la carretera ante otros conductores y es fácil que se mezclen entre ellas y que haya más de una presente. El problema es que estas conductas pueden generar situaciones peligrosas y por eso es importante entender cómo nos comportamos en la carretera y por qué lo hacemos.
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