En teoría se trata del producto estrella del seguro de coche, el que más coberturas incluye. Sin embargo, lo que conocemos como seguro a todo riesgo se refiere en realidad a la cobertura de daños propios. ¿Sabes en qué consiste?

 

Daños propios en el seguro de coche

En el mundo del seguro existen diferentes familias de producto. Si ya has contratado algún seguro estarás familiarizado con palabras como “terceros”, “terceros ampliado”, “franquicia” y, por supuesto, “todo riesgo”. Todos estos términos hacen referencia a diferentes configuraciones del seguro que generalmente van añadiendo diferentes coberturas.

El seguro, obligatorio en España

Lo primero que debes tener claro es que en España es imprescindible por ley contar con un seguro de coche por lo que se conoce como Responsabilidad Civil Obligatoria según dicta el Real Decreto Legislativo 8/2004 de 29 de octubre. Esto no son sino los daños que puedas ocasionar a otras personas y bienes con tu coche.

Para que lo tengas más claro, imagina que tienes un accidente en el que das un golpe a otra persona y la reparación asciende a 1.000 euros. Si no hubiese seguro tendrías que pagarlo de tu bolsillo, pero como es obligatorio estar asegurado, será la compañía quien se haga cargo. Es la forma de asegurarse de que la parte afectada y no culpable siempre cobrará, independiente del hecho de que tú tengas o no dinero.

Qué es en realidad un seguro a todo riesgo

Aunque nos hemos acostumbrado a oír hablar de seguros a todo riesgo en realidad este es el nombre comercial que las aseguradoras utilizan para referirse a la cobertura de daños propios. ¿En qué consiste? De forma muy rápida, cubre los daños que sufra tu coche en un siniestro en el que tú eres culpable, y sobre todo, cuando no hay otros coches implicados.

Si rozas tu coche al aparcar o si alguien le a un golpe cuando está aparcado, el seguro a todo riesgo se encargará de repararlo e indemnizarte. Sin la cobertura de daños propios cualquier percance que sufras tú solo tendrás que pagarlo de tu bolsillo.

El nombre de todo riesgo simplemente hace referencia al hecho de que el seguro cubre cualquier riesgo, cualquier daño que sufras. Lo que ocurre es que las aseguradoras han paquetizado la cobertura de daños propios para que culmine el producto más completo, el que más cosas abarca y de ahí el nombre.

Seguro a todo riesgo coberturas

La coberturas del seguro a todo riesgo

Desde un punto de vista estrictamente técnico, un seguro a todo riesgo o de daños propios sólo tiene que incluir la Responsabilidad Civil Obligatoria y los daños propios. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de aseguradoras han juntado en estas pólizas toda su artillería. Dicho de otra forma, han sumado todas las garantías de forma que lo más habitual es que un seguro a todo riesgo incluya lo que ya se ofrece en un terceros ampliado más los daños propios.

Las coberturas que todos tienen

Cada aseguradora confecciona sus seguros de forma diferente y algunas incluyen garantías adicionales que puedes echar en falta en otras, pero la mayoría rodean los daños propios con las siguientes:

Responsabilidad Civil Obligatoria y Voluntaria

A la RC básica que alcanza los 70 millones de euros para daños corporales y personales (a personas) y los 15 millones de euros para los daños materiales. La RC Voluntaria añade 50 millones más en concepto de cobertura y está presente en la mayoría de seguros.

Daños Propios

Sin esta cobertura ninguna aseguradora hablará de todo riesgo. Como ya sabes, los daños propios se refieren a los desperfectos que pueda sufrir tu coche en un accidente en el que tú eres culpable o en el que no haya contrario.

Defensa Jurídica

Hasta los seguros más básicos incluyen la defensa penal y la reclamación de daños del conductor. A partir de ahí cada compañía puede completar esta cobertura con servicios adicionales la gestión y reclamación de multas, adelanto de fianzas o la posibilidad de contratar sus propios abogados hasta un límite de gasto.

Daños del conductor

También conocido como Seguro de Conductor, es lo que te cubre en caso de fallecimiento o invalidez y también se encarga de pagar la asistencia médica en caso de accidentes. La mayoría de seguros de coche lo incluyen incluso en sus pólizas más básicas, algo que no curre con los seguros de moto.

Las cantidades a indemnizar y coberturas médicas variarán en función de la aseguradora y del tipo de seguro. Son una de las cosas que hacen que un seguro sea más caro que otro teniendo las mismas coberturas, pero diferentes garantías.

Asistencia en Viaje

La asistencia en viaje es la que se encarga de atenderte si tienes un accidente o una avería en carretera. El nivel de cobertura varía enormemente en función del seguro, pero suele incluir garantías como la grúa para remolcar el vehículo, el pago de noches de hotel si no puedes seguir la marcha o el del tiempo que tenga que estar el coche inmovilizado hasta su reparación, por poner algunos ejemplos.

Si buscas la máxima asistencia, debes fijarte sólo en seguros que cubran la asistencia en viaje desde kilómetro cero, es decir, desde que sales de la puerta de casa.

Todo riesgo, todo riesgo con franquicia o seguro terceros ampliado

Robo

El propio nombre de la cobertura define su objetivo. Se activará en caso de robo total o parcial del vehículo. Aquí puedes ver las diferencias.

Incendio

Como su propio nombre indica, cubre el incendio o la explosión y los daños que ocasione en el vehículo.

Lunas

Otra de las coberturas que amplían el seguro a terceros y que suelen incluirse en el todo riesgo. Sirve para que te reparen o te cambien las lunas del coche.

A estas coberturas se pueden añadir otras garantías menos habituales como el coche de sustitución, indemnizaciones por retirada de carnet o envío de llaves. En cualquier caso, lo que debes hacer siempre es repasar el condicionado de la póliza para saber qué incluye exactamente.

Si contratas tu seguro a través de un corredor como autopoliza.com siempre podrás preguntar por las dudas y las coberturas concretas de cada póliza. Y es que estarás asesorado por expertos en seguros que te ayudarán a elegir el seguro que necesitas y también en los trámites que tengas que llevar a cabo con tu póliza.

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La franquicia en el todo riesgo

Una de las características de los seguros a todo riesgo es que permiten establecer una franquicia, que es una fórmula que te servirá para abaratar el precio del seguro a cambio de pagar tú una parte de los partes y las reparaciones que tengas que hacer a cargo de la cobertura de daños propios.
Por ejemplo, si te das un golpe aparcando y la reparación asciende a 600 euros, con una franquicia de 300 euros pagarás tú los primeros 300 euros de reparación y el resto el seguro. Sin embargo, si tu franquicia es de 600 euros, el seguro no te pagará nada. Aquí puedes ampliar información sobre cómo funciona.

La franquicia sirve para abaratar el precio del seguro de tu coche, aunque dependiendo de los años del vehículo merecerá o no la pena. Aquí te damos las claves para calcular si te compensa o no contratar una franquicia con el seguro.

Qué hacer con tu seguro

Al final la cobertura de daños propios es una cobertura más, por mucho que las aseguradoras traten de convertirla en algo especial. De hecho, hay pólizas en el mercado que se denominan todo riesgo pero después no incluyen asistencia en viaje o sólo una versión básica de la misma o que eliminan otras garantías como las lunas para abaratar el precio del seguro.

De nuevo, repasa siempre qué incluye el seguro. En nuestro comparador podrás ver las coberturas más importantes de cada seguro y su precio para poder elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. ¡Pruébalo!

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