Aunque hay ciertas coberturas legalmente imprescindibles, así como otras que es muy recomendable tener, hay algunas que no son tan necesarias y que puedes evitar para ahorrarte un dinero
¿Vas a contratar un seguro o estás pensando en cambiar de compañía? Pues, en esa tesitura, el precio suele ser un factor clave. No en la misma medida ni para todo el mundo, puesto que cada cliente es casi único y el interés de los asegurados por las múltiples coberturas existentes en el mercado también es muy diverso.Sin embargo, el dinero casi siempre está presente entre las preferencias de muchos clientes, aunque dejar que sea el único elemento para decidir es uno de los errores al contratar el seguro de coche.
Por ello, hay que considerar las coberturas que puedes elegir o no para ahorrar en el seguro del automóvil y cómo afectarán al precio del seguro.
De entrada, hay que tener en cuenta que existen paquetes estándar que todas las compañías utilizan, pero, igualmente, éstas son flexibles en cuanto a quitar coberturas y, sobre todo, para añadirlas. En ese sentido, dada la variedad de clientes y de coberturas que hay, lo ideal es individualizar al máximo cada póliza, para que así se ajuste lo más posible a las preferencias de cada cual, tanto en contenido como en precio. Es decir, contratar y pagar lo que realmente se necesita en cada caso.
- El vehículo de sustitución es una cobertura que muchos conductores no necesitan mientras su coche se encuentra en el taller, puesto que pueden contar con otro automóvil o también utilizar el transporte público.
- La cobertura por retirada del carné de conducir. Aunque útil para profesionales del transporte en carretera, o para determinados perfiles, la mayoría de los conductores no necesita seguramente incluirla en su póliza. Además, cabe recordar que los motivos más habituales que llevan a la pérdida del carnet de conducir -por conducir bajo los efectos del alcohol, por ejemplo- suelen ser expresamente excluidos por las compañías.
- Contratar una franquicia. Esta opción sólo es rentable si eres un buen conductor, así como prudente. Aunque, como es obvio, los accidentes son hechos imprevistos y hasta el más habilidoso al volante puede verse envuelto en aquéllos. Dicho lo cual, si el precio de la póliza a todo riesgo excede tus posibilidades, puedes contratar esa misma modalidad con franquicia, que es más económica. De decantarte por la cobertura con franquicia, deberás negociar una cantidad que, en caso de accidente, tendrás que sufragar, haciéndote cargo de los gastos que se produzcan en el incidente hasta alcanzar un montante previamente fijado. Éso es lo que se denomina franquicia. Existen cifras muy dispares, pero pueden ser, por ejemplo, 300 euros. A partir de ahí en adelante, será la aseguradora la que corra con los gastos ocasionados en el suceso en cuestión. No obstante, como ya se ha indicado, cuidado si pasas varios partes al año. De ser así, no te compensará contratar un seguro con franquicia.
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- Una cobertura que puede ser aconsejable en función de las circunstancias de cada cual, el seguro por robo, no es imprescindible en todos los casos. De esa manera, si el coche ‘duerme’ siempre en garaje y la zona o la localidad de residencia son seguras, por citar un par de atenuantes, quizá haya que plantearse no contratar esta cobertura.
- En cuanto a posibles escenarios en los que se desenvuelva el vehículo, lo mismo ocurre con otra cobertura que, además, es similar a la de sustracción: la cobertura de incendio. Por ello, esta última no siempre es imprescindible.
¿Quieres saber cómo debe ser un seguro de coche? Aquí te contamos qué necesita un seguro de coche barato.
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