Una cosa son los límites de velocidad y otra diferente la velocidad a partir de la cual te pueden multar. Todos los radares tienen lo que se conoce como un nivel de tolerancia, que es el umbral a partir del cual el radar saltará y te pondrá multa.
El umbral de tolerancia marca la velocidad a la que te multarán y en España depende del límite de velocidad permitido en esa vía. De esta forma, será de 7 km/h cuando la velocidad sea inferior a 100 km/h y del 7% de la velocidad máxima permitida en calzadas donde se permita circular a más de 100 km/h.
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De forma resumida, la siguiente tabla recoge la velocidad a partir de la cual saltará el radar dependiendo del límite que marque la calzada.
| Límite velocidad en km/h | 30 | 40 | 50 | 60 | 70 | 80 | 90 | 100 | 110 | 120 |
| Tolerancia | 38 | 48 | 58 | 68 | 78 | 88 | 98 | 109 | 120 | 131 |
País Vasco y Cataluña cuentan con su propio umbral de tolerancia, que en el caso vasco se encuentra en el 5% del límite de velocidad señalado para cada día. De esta forma, en las carretas alavesas, vizcaínas y guipuzcoanas te multarán si circulas a 127 km/h cuando el límite sea de 120 km/h y a 106 km/h para vías limitadas a 100 km/h, por poner dos ejemplos.
Cómo funcionan los radares de la DGT
Todos los radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) funcionan con el mismo umbral o margen de error, pero no todos operan igual. En España trabajan cuatro tipos diferentes de radares: fijos, móviles, de tramo y aéreos distribuidos entre los de la DGT, el Servei Catalá de Transit y el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.
Los radares fijos
Según los últimos datos en España hay cerca de 850 radares fijos, que son el tipo más habitual por ser los más sencillos. Muchos de estos radares fijos son claramente visibles e incluso están pintados de colores vistosos, mientras que otros están más o menos camuflados.
La ventaja de este modelo frente a otros es que funcionan sin necesidad de operador, basta que el coche pase por delante suyo a una velocidad superior a la permitida para que ‘salte’ y registre la infracción.
Los radares móviles
Los radares móviles no son sino una variante de los fijos que funcionan con un operador y miden la velocidad del vehículo tanto en parado como en movimiento.
Los radares móviles suelen estar dentro de vehículos oficiales de la Guardia Civil y también de los que circulan camuflados por las carreteras españolas.
Los radares de tramo
Los radares de tramo son unos de los más afectivos y de los que mejor sirven para controlar efectivamente la velocidad de a la que circulas. Su funcionamiento es muy sencillo. Como su propio nombre indica, miden la velocidad del coche en un tramo concreto y para ello toman como referencia el momento de entrada y salida y en función de estos datos determinan la velocidad media a la que has circulado.
Los radares aéreos
Se trata de los radares Pegasus que están instalados en los helicópteros de la DGT. Estos radares vigilan desde el aire y miden la velocidad a la que circula el vehículo en función de su posición.
Las multas por exceso de velocidad
En contra de lo que pueda parecer, las multas por exceso de velocidad no son la principal sanción de tráfico en España. Este dudoso honor le corresponde aparcar de forma incorrecta.
Lo ideal sería que todo el mundo respetásemos siempre los límites de velocidad, pero como esto es algo imposible, la DGT dispone de una tabla de multas según el exceso de velocidad con el que circules. Según esta, superar en 60 km/h cualquier límite de velocidad en vías urbanas será un infracción muy grave y se podrá considerar como delito penal. Lo mismo ocurre cuando se superan los 80 km/h cualquier límite de velocidad en vías interurbanas.
El siguiente cuadro resume la cuantía de las multas por velocidad según el límite de la carretera:
Estas son las multas que se aplicarán en función de la velocidad. Recuerda que cada tipo de calzada tiene sus propios límites. Tras el último cambio, en todas las carreteras secundarias el límite es de 90 km/h.
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