No hay gran ciudad que no tenga sus planes para luchar contra la polución, desde restringir el acceso a la ciudad para los vehículos diésel hasta fomentar el transporte público. Según un reciente estudio del National Institute for Heald and Car Excellence (NICE) hay un elemento que no se está teniendo en cuenta y que podría tener un impacto positivo: eliminar los badenes.
El informe establece que los cambios de velocidad en los vehículos aumentan la polución, un extremo constatado por otra investigación de Imperial College. Los badenes están detrás de buena parte de los acelerones y frenazos en carretera. De hecho, reducir la velocidad es una de las misiones de los badenes para mejorar la seguridad vial.
Según el estudio del NICE, titulado, “Air pollution, outdoor air quality and health”, un tráfico fluido ayuda a mantener una velocidad constante y los badenes son un estorbo en este punto. Sus datos apuntan a que en una calle con un límite de 20 millas por hora o 32 km/h los badenes anchos pueden no ser el mejor medio de limitar la velocidad porque la mayoría de personas acelerará hasta los 30 mph y después reducirá hasta los 15 mph en el badén para volver a acelerar después.
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El informe de Imperial College llevado a cabo en una calle al norte de Londres con badenes convencionales a 20 mph un coche de gasolina emite un 60% de óxido de nitrógeno, un 60% más de CO2 y un 47% más de partículas que en una con badenes alternativos, llamados road cushion. Éstos últimos son badenes más anchos que no dañan tanto la mecánica del coche.
